sábado, 7 de febrero de 2009

Manos arriba, esto es un atraco

"Y lo mismo que te digo una cosa te digo la otra..." como decía el maravilloso Manuel Manquiña en Airbag:



Es decir, que lo mismo que anuncio con ilusión la llegada de un concierto, también me permito denunciar los abusos por parte de sus organizadores, o, como poco, de los distribuidores de entradas.

Porque esto es lo que pasó ya la otra vez con las entradas de AC/DC, cuando iban a venir a recintos más pequeños. Pero ahora la historia se repite.

Para empezar, en escasas dos horas se habían agotado las localidades, cosa sospechosa, por muy fanática que sea la afición angustiana.

Yo no me creo que esto sucediera debido a un transcurso normal y legal de la venta. Y menos cuando conozco mil y un testimonios de lo que pasó.

La adquisición por internet se hacía imposible, debido a que las páginas se habían bloqueado. Tampoco se hacía fácil la compra en un proveedor físico, ya que éstos debían conectarse vía internet de igual forma. Y el resultado es que cada potencial comprador podía estar intentando la transacción durante más de media hora, incluso sin resultado...

Conozco un caso de una persona que lo intentó de varias formas, todas con idéntico fatal final. ¿Cómo es posible entonces que en dos horas se acabaran las entradas? ¿En qué sitios sí funcionaban los sistemas? ¿O es que ya estaban más que vendidas cuando se dió el pistoletazo de salida para el público "normal"? Y aún más: ¿cómo puede ser esto, si por persona sólo dejaban adquirir cuatro entradas?

Como anécdota, comentaré el caso de ciertos fans que esperaban a la puerta de El Corte Inglés antes de que abrieran, mientras observaban con impotencia cómo los mismos empleados ya estaban formando "otra" cola en el interior, a la que inevitablemente tendrían ellos que unirse después, tras la apertura del comercio.

Pues bien, ante tal demanda, y como ya anuncié en mi anterior post, alguien decidió que el grupo debería venir a sitios mayores. Y otra vez tenemos que se han vuelto a agotar las entradas. Por lo menos en el Calderón. Otra vez se ha montado una verdadera batalla campal.

Yo en esta ocasión tampoco las he comprado. Y no ha sido porque no consiguiera conectarme al sistema, no. "¿Y por qué entonces?" (quizá os pique la curiosidad). Pues ahora ha sido por principios. Y lo digo desde mi más profundo respeto a todos aquellos que sí las han pillado, que conste. Pero lo que no puedo tolerar es el atraco que ha habido con el temita de los "gastos". Que ya me contarán por qué una entrada de AC/DC tiene más gastos que cualquier otra en el mismo proveedor. ¡Entre 8,5€ y 10€! (cuando normalmente suelen ser unos 2€).

Si por lo menos me ofrecieran una entrada de las bonitas... ¡pero se limitan a imprimirme un ticket estandar con los datos precisos del evento!.

Para mí eso es jugar con los sentimientos de la gente, aprovecharse de las muchísimas ganas que se tiene de que vengan. Me parece de lo más despreciable. Y a mí, de esa manera, no. Ni aunque me resucitaran al mismísimo Bon Scott.


Esa es mi manera particular de protestar, aunque nadie se entere y no sirva para nada.