jueves, 10 de abril de 2008

Mareando la perdiz

Hace tiempo que descubrí a los Marea(aunque ya llevaban unos discos grabados). Fue en Gijón, en un hotel, en la tele. Salía un vídeo suyo: Aquello respiraba Extremoduro por los cuatro costados y exhalaba voz cazallera y tabaquera por la garganta de ese niño disfrazado de grande y peludo llamado Kutxi Romero.


Me cautivaron desde la primera canción: Ese carraspeo y esas letras me transmitían sensaciones, quebrantos y espasmos de desaliento. El arquetipo del perdedor que se hace digno por los mercadillos me calaba hasta la hernia de hiato.

Muchas canciones: Como "Marea" (todo un himno) , "No quiero ser un poeta", "Barniz", o "El perro verde", que me pone los pelos de punta con "El Drogas" echando un cable de voz profunda.

El "Romance de José Etxailarena" con aquel comienzo rompedor: "Escapé de la cama...", "El rastro"...bueno, la verdad es que me gustan prácticamente todas.


Romance de José Etxailarena

Estos músicos con imagen de ropavejero, miraban sin disimulo hacia el flamenco más profundo, y hacia la idiosincrasia gitana, convirtiendo su plática en una reivindicación del okupa, el nómada, el trotamundos, el sin techo y todo aquello que desviste al hombre de las capas de cebolla que el sistema le ha ido poniendo.

Marea molaba.

Pero de un tiempo a esta parte tengo la impresión, que no la certeza, de que se me están yendo del perol cortijero al menú del rockero con zapatillas.

Primero la movida en Aranda de Duero, seguramente no fue culpa de ellos y la cosa se ha tergiversado, pero estas cosas hay que cuidarlas.
Luego el concierto en el pabellón de los deportes: que según asistentes (no fui) no fue tan grandioso como se esperaba, pero daba igual, iban a por el DVD.

Y para rematar la faena, el comunicado que publica la gente del Viñarock enviado por Marea:

“Compadres y comadres. Muchos de vosotros nos habéis preguntado en los últimos años el porqué de nuestra ausencia en los festivales. Bueno, es difícil de explicar, pero la verdad es que nuestras últimas experiencias en ellos, en lo que a lo musical se refiere, no fueron muy agradables, así que decidimos seguir nuestro camino fuera de los eventos colectivos. Sin más. No hay ningún motivo especial que nos haya motivado el rehuirlos. En los últimos días, se nos ha ofrecido desde la organización de Viña Rock la oportunidad de celebrar nuestro décimo aniversario cerrando la gira estatal encima del escenario en el que están unos cuantos compadres; dígase Reincidentes, que nos ayudaron a arrancar la moto, Barricada, los patriarcas del rock naburro, La Vela Puerca, compadres uruguayos de brazos abiertos, e Iratxo, con el cual nos hemos visto las caras este año unas pocas veces y que empieza a dar patadas. Y quién se niega a participar de tal fiesta. Así que hemos dicho que sí, que estaremos el día 1 de mayo en el escenario del Viña Rock. La verdad es que teníamos ganas de una de éstas, compadres. Muchas ganas. Ahí nos vemos. Pura vida. Marea.”

Me parece de recibo que un grupo decida o no tocar en festivales por movidas organizativas o problemas de sonido. Esto último lo entendería más en grupos como Pink Floyd, con todos mis respetos.

Pero me parece que es ser muy divos el no hacerlo: porque mucha es la gente que va a los festivales con la ilusión de ver a los suyos (que suelen ser unos cuantos) en lugar de ir en peregrinación durante todo el año y por salas que tendrán un buen sonido para los músicos pero no para los seguidores que soportan conciertos en sitios como "La Cubierta" de Leganés, Vistalegre o discotequillas que te echan a patadas a las 23:00 y te cobran medio sueldo por una cerveza mal tirada.

Me parece raro, extraño, que en el comunicado se den tantas coincidencias y que sea todo tan bonito y no se hable directamente de pasta por un tubo y punto. A lo mejor ahora el sonido es mejor.

El sonido, para el que no lo sepa, es un problema en los festivales, ya que las pruebas son prácticamente nulas: Sale un grupo, entra otro, apenas hay tiempo. Yo he visto a "Los Inconscientes" salir jodidos por un concierto que desde la platea, sí, donde está la chusma esa que se baja música de internet y también se compra discos y paga entradas y camisetas y grita cuando os quedáis sin voz, ha sonado cojonudo.


Me sigo poniendo a Marea, una cosa no quita la otra, pero me da que estoy prefiriendo que dejen de marear la perdiz y empiecen a ponerse zapatillas con las que les dejen entrar o... a la mierda primavera.

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