domingo, 8 de junio de 2008

Y volvió el Robe

¡Estoy flipando!

Ayer estuve en el concierto de Extremoduro en Getafe, el primero de la gira en Madrid tras su vuelta.


¡Qué grandes!

Para conocer los datos concretos sobre el evento una imagen vale más que...

Pues ya de paso afirmaré que el éxito del concierto no fue, ni mucho menos, gracias a la colaboración del Excelentísimo Ayuntamiento de Getafe, ni a la organización de LastTourInternational.

Y es que, a pesar de que andábamos por los alrededores del recinto sobre las 20:30, nos fue imposible ver a los teloneros, e incluso llegamos a temer por no poder ver empezar al cabeza de cartel.

Digamos que el proyecto les vino grande, no sé si no se lo esperaban. Para empezar, estaba lo del aparcamiento. Según entramos en la ciudad vimos que había una indicación de parking y pensamos que, aunque no estaba pegado al recinto, a lo mejor merecía la pena dejar allí el coche, y después movernos “a pata”, más tranquilamente.

Pero el supuesto parking no era más que una ratonera: Un campo de fútbol de tierra para aficionados, cercado por los cuatro costados excepto por una esquina. Y era por ésta por la que tenían que pasar los coches, después de un estrecho camino que dejaba apenas medio metro de holgura a cada lado. Y lo malo de esto es que por esa misma esquina tenían que salir los que así lo desearan. O los que no tuviéramos más remedio, si cuando nos dábamos una vuelta por allí no encontrábamos sitio.

¿Y dónde estaban las fuerzas de orden público para gestionar aquello? En ningún sitio, :P... ¡Qué gran labor la suya!

Así que algún copiloto tuvo que bajarse a indicar a los recién llegados que dieran marcha atrás y dejaran salir. Menudo caos.

Después de aquello la aventura para soltar el buga en algún lado no fue ni mucho menos sencilla, pero resumiré diciendo que lo logramos alrededor de las 22:30. Esto ya nos causaba cierto estrés, porque queríamos tomarnos algo tranquilamente fuera, incluso picar algo... Sacar pelas... Vivir un poco el ambiente... Y todo eso en menos de media hora.

Intentamos abreviar y pasarnos cuanto antes por la puerta, ya que a las 11 menos cuarto todavía había mazo de peña por la calle, y nos visualizábamos inmersos en una avalancha de gente y perdiéndonos el principio de la actuación.

Había verdadera locura para entrar por las pocas puertas disponibles solamente por uno de los laterales del estadio, que para mayor goce del personal estaban embarradas. Debieron pensar que como somos heavies somos unos cerdos y nos encanta retozar en el barro, y no proporcionaron ninguna medida atenuante. La situación era agobiante incluso cuando uno se veía dentro del recinto, porque la gran masa se quedaba estancada en la puerta. De hecho vi a una chica aterrorizada que se salió directamente para no volver a entrar.

Nuestra estrategia fue colocarnos en las gradas de la derecha, y desde allí otear el panorama. Y esperamos a que empezara la función.


Dicen que Getafe había “contraprogramado” con este concierto al FESTIMAD, que se hacía ese mismo finde en Leganés.

El FESTIMAD por lo visto ya se cambió de día previamente, porque coincidía con el Getafe Electric Festival, los días 30 y 31 de mayo, con Metallica y Rage Aganist The Machine como cabezas de cartel. Y parece que había cierta polémica. Pero no sé yo si hay tanta coincidencia de público asistente a uno y otro evento.

A mí, particularmente, el FESTIMAD no me ha atraído casi nunca: Del chorro de grupos que trae a lo mejor me pueden gustar uno o dos, y yo por eso no pago montón de pasta. Para mí un festival merece la pena si te gustan la mayoría de los grupos, o al menos 4 ó 5. Si no, no renta. Cuando quiera ver a ese grupo, ya iré a verle solo. En fin: mi humilde opinión.

Pero a lo que estamos: El Robe apareció finalmente en el escenario sobre las 23:35.


Y empezó a caer temazo tras temazo:

  • Deltoya

  • Sol de Invierno

  • Historias prohibidas

  • Golfa

  • Una del disco nuevo: Dulce introducción al caos

  • Aquí tocaron otra que supongo también del disco nuevo, porque no la conocía. Fue por entonces cuando hicimos la segunda visita a las barras de chapa, oasis de cualquier fiesta que se precie.



  • Buscando una luna

  • La vereda de la puerta de atrás

  • Quemando tus recuerdos

  • Amor castúo

  • Pedrá


  • Sobre las 00:40 hicieron un descanso de media horita. Más de uno aprovechó para ir (otra vez) al bar, aunque cada vez comprendiese menos lo que se quería decir con la frase de la parte inferior del cartel de los precios:


    Por cierto, no me extenderé en comentarios sobre las casetas urinarias, porque fue de juzgado de guardia. Otro 10 para los organizadores. ¡¡Puagggggggggggggh!!

    Pero, sobre todo, el espectáculo debía continuar:

  • Papel secante

  • Sucede

  • De acero

  • Standby

  • A fuego

  • J. D. La central nuclear

  • Pepe Botika (¿Dónde están mis amigos?)

  • So payaso

  • Jesucristo García

  • Puta



  • Salir

  • Ama, ama, ama y ensancha el alma

  • Autorretrato. Aquí se marcó un solo el Uoho, en el que incluso se tiró al suelo.



Terminó, para tristeza general, sobre las 2:15. Pero con el buen sabor de boca que dejaban las más de 2 horas del buen rock transgresivo que nos habían regalado estos maestros.

Y ahora, a soñar con escuchar ese pedazo de disco que se están currando.


¡Viva Extremoduro!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran crónica!
Totalmente de acuerdo con la crítica a la organización.

"Ama y ensancha el alma"

Agur!