Metallica en Dublín (2/3)

La organización dentro del recinto en general me gustó mucho.

En una primera zona había mesas de merendero y, alrededor, los puestos de comer y beber. De comida, había de todo tipo. Pero de verdad, no sólo hamburguesas y bocatas grasientos. Me agradó encontrar un puesto de comida asiática superrica.

Las barras de bebida eran monopolio de Heineken. ¡Menos mal que no había que ir a base de Guinness, porque se hubiera hecho un pelín pesado, :P!. La pinta de rubia iba ¡a 6€! (y me quejo yo aquí cuando me sacan eso por un mini)... Eso sí, lo tenían muy bien organizado, cortado por filas delimitadas por vallas que tenían un camino de ida y otro de vuelta, con un segurata al principio para distribuirte.


Un montón de gente en segunda fila de la barra rellenando constantemente pintas. Creo que sólo dejaban 2 pintas por persona de una vez, pero a ese precio tampoco te creas que...


También me gustó lo de los baños. Aunque eran cabinas de esas que odio, la verdad es que había mogollón, y lo bueno es que estaban constantemente limpiándolas y reponiendo papel… Eso no lo he visto yo por aquí en los días de mi vida. Y para colmo, al salir, tenían un artilugio con varios grifos que echaban un spray con agua y jabón, para lavarte las manos, ¡todo un lujo!


Más cosas con las que flipé: agua para beber "gratix".


Me llamó la atención que hubiera una zona VIP, justo pegada al escenario. Estaba vallada, con seguratas en el acceso, y supongo que haría falta otro tipo de entrada, quizá sólo para los clubs de fans, no sé… El caso es que no faltaba alguna que otra que se quería colar, usando todo tipo de "armas de mujer" con los porteros, ;)…


También era curioso el cartel que prohibía bailar a empujones o tirarse desde el escenario.


Y me moló que iban familias enteras al concierto, algunos incluso con bebés…


Aunque no dejaban entrar menores de 15 ó 16 años solos, si iban con adultos sí. Y eso no tiene nada que ver con que puedan vender alcohol o no dentro, a ver si nos enteramos.

(Continuará...)